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13/11/2025

LATINOAMÉRICA. CÓMO SE ESTÁ ADAPTANDO LA LOGÍSTICA EN 2025

Cómo se está adaptando la logística latinoamericana en 2025




 

En los últimos años, los equipos de logística en toda Latinoamérica han enfrentado una serie de interrupciones que han transformado su enfoque hacia la temporada alta. Desde la pandemia de COVID-19 y las tensiones geopolíticas hasta la inflación y los eventos relacionados con el clima, estos desafíos han puesto de manifiesto las vulnerabilidades en los modelos tradicionales de la cadena de suministro y han acelerado la necesidad de transformación.

En una región caracterizada por diversas geografías, complejidades normativas y una creciente demanda de comercio electrónico, los riesgos durante la temporada alta son especialmente altos. Las empresas han tenido que adaptarse rápidamente replanteándose las estrategias de abastecimiento, invirtiendo en tecnología y construyendo redes más resilientes para satisfacer las cambiantes expectativas de los consumidores y las presiones operativas.

Ahora, en 2025, los líderes logísticos de toda Latinoamérica están aplicando las lecciones aprendidas de las temporadas altas pasadas para navegar por la actual con mayor agilidad, previsión e innovación. Este tema del mes explora cómo esas lecciones están dando forma a operaciones logísticas más inteligentes y resilientes en toda la región, y cómo los equipos están convirtiendo la disrupción en oportunidad.

El legado de la disrupción

En los últimos cinco años, el sector de logística de América Latina ha sido moldeado por una serie de disrupciones globales y regionales que han expuesto vulnerabilidades y acelerado la transformación. Desde los cuellos de botella provocados por la pandemia hasta las tensiones geopolíticas y la inestabilidad económica, estos eventos han dejado un impacto duradero en la forma en que los equipos de logística se preparan para las temporadas altas.

COVID-19 y sus consecuencias. La pandemia de COVID-19 desencadenó interrupciones generalizadas en todas las cadenas de suministro latinoamericanas. Los confinamientos, la escasez de mano de obra y la congestión portuaria provocaron retrasos y desequilibrios en el inventario. Según un estudio de la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructuras de EE. UU., el 62% de las empresas de todo el mundo, incluidas muchas de Latinoamérica, informaron de interrupciones en la cadena de suministro que afectaban entre el 20% y el 80% de su volumen total.

En América Latina, la pandemia resaltó la fragilidad de los modelos just-in-time y la dependencia excesiva de proveedores remotos. Las diferentes presiones impulsaron a las empresas de la región a invertir en herramientas digitales, diversificar el abastecimiento y fortalecer las relaciones con los proveedores locales para crear operaciones más resilientes.

Volatilidad geopolítica y económica. Más allá de la pandemia, los equipos de logística de Latinoamérica han tenido que navegar por un panorama geopolítico en constante cambio. Las tensiones comerciales han llevado a redirigir los flujos de mercaderías y a aumentar los costos de los seguros. El auge del proteccionismo y la consideración de los recursos como cuestiones de seguridad ha vuelto el acceso a los insumos críticos un tema más sensible en el plano político. Además, las perspectivas económicas de América Latina siguen siendo frágiles.

Según ECLAC, se espera que la región crezca solo un 2,2% en 2025, con América Central y México enfrentando un crecimiento aún más lento debido a la debilitación de la demanda externa de los EE.UU. Esta volatilidad económica ha llevado a los equipos de logística a elaborar proactivamente planes de contingencia, diversificar las redes de proveedores y fortalecer las asociaciones regionales para garantizar la continuidad.

Disrupciones relacionadas con el clima. El cambio climático también está surgiendo como un disruptor a largo plazo. Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías y huracanes, están afectando cada vez más a los puertos de origen, las autopistas y los centros de distribución en toda Latinoamérica. Aunque la pandemia fue un choque temporal, la disrupción relacionada con el clima continuará y requerirá cambios fundamentales en la infraestructura y la planificación.

¿Qué será diferente en 2025?

Tras años de disrupciones, los equipos de logística de toda América Latina afrontan la temporada alta de 2025 con una nueva mentalidad, moldeada por la experiencia, la tecnología y un énfasis cada vez mayor en la resiliencia. Las estrategias reactivas del pasado están dando paso a enfoques proactivos y basados en datos que priorizan la agilidad, la visibilidad y la sostenibilidad a largo plazo. Esta transformación es visible en cuatro dimensiones clave:

1. Planificación más temprana e inteligente

Este año, los equipos de logística latinoamericanos están planificando antes y de forma más inteligente. El uso de grandes modelos de lenguaje (LLM) y análisis avanzados está permitiendo a las empresas simular escenarios de demanda, anticipar cuellos de botella y optimizar los flujos de inventario mucho antes de la temporada alta.

Este cambio es especialmente relevante en una región donde las limitaciones de la infraestructura y la complejidad normativa pueden amplificar los retrasos. Al aprovechar las herramientas predictivas, las empresas de Argentina, Brasil y Colombia están mejorando la precisión de las previsiones de la demanda y reduciendo los ajustes de última hora que antes llevaban a ineficiencias y a un aumento de los costos.

Según el Índice de Inteligencia Artificial de América Latina (ILIA 2025), la adopción de la IA en la logística se está acelerando, con Chile y Brasil liderando la integración del aprendizaje automático en la planificación de la cadena de suministro. Estas tecnologías están ayudando a los equipos a pasar de la lucha reactiva contra incendios a la planificación estratégica de escenarios, convirtiendo la incertidumbre en una variable manejable.

2. Operaciones basadas en la tecnología

La tecnología ya no es una función de soporte, sino el núcleo de las operaciones logísticas. En 2025, las empresas latinoamericanas están integrando IA, robótica y gemelos digitales para automatizar procesos, supervisar la carga en tiempo real y simular interrupciones antes de que ocurran.

En particular, los gemelos digitales están ganando terreno en la región. Estas réplicas virtuales de las cadenas de suministro físicas permiten a los equipos probar planes de contingencia, optimizar rutas y evaluar el impacto de las derrotas externas, como cierres de puertos de origen o condiciones meteorológicas extremas, sin interrumpir las operaciones reales.

Un informe del MIT Sloan destaca cómo la IA se está utilizando para resolver los desafíos fragmentados de la cadena de suministro, mejorar el rumbo y potenciar la detección de fraudes. En Latinoamérica, esto se traduce en una automatización más inteligente de los almacenes, una gestión dinámica de la flota y una mejor visibilidad en todas las redes multimodales.

Las empresas también están invirtiendo en sistemas de rastreo habilitados para IoT para monitorear las condiciones y la ubicación de la carga en tiempo real, lo que es especialmente crítico para las mercaderías sensibles a la temperatura y los envíos de alto valor durante la temporada alta.

3. Asociación con integradores logísticos

Cada vez más empresas de Latinoamérica recurren a integradores logísticos para simplificar las operaciones y obtener visibilidad de principio a fin. Estos integradores ofrecen servicios combinados que combinan transporte, almacenamiento, gestión aduanera y plataformas digitales bajo un mismo marco.

Este modelo es especialmente valioso durante la temporada alta, cuando la coordinación entre varios proveedores puede provocar retrasos y errores de comunicación. Al asociarse con integradores, las empresas se benefician del control centralizado, el intercambio de datos en tiempo real y una infraestructura escalable que se adapta a los picos de demanda estacionales.

Estas asociaciones están ayudando a las empresas a reducir la complejidad, mejorar los niveles de servicio y responder más rápidamente a las interrupciones. En regiones como América Central y el Cono Sur, los integradores también están desempeñando un papel clave a la hora de permitir estrategias de nearshoring, ofreciendo soluciones multimodales que conectan los centros de fabricación con los mercados de consumo de forma más eficiente.

4. Resiliencia a través de la diversificación

Quizás el cambio más significativo en 2025 sea el enfoque estratégico en la resiliencia, no solo en la eficiencia. Los equipos de logística latinoamericanos están diversificando activamente las bases de proveedores, las operaciones de nearshoring y creando asociaciones regionales para reducir la dependencia de las rutas comerciales globales volátiles.

El e-book Más allá de lo básico: Elevando la resiliencia de la cadena de suministro en América Latina, lanzado en colaboración con Financial Times Longitude, enfatiza la necesidad de que las cadenas de suministro latinoamericanas se vuelvan antifrágiles, capaces de absorber choques y seguir funcionando bajo presión. El estudio identifica amenazas clave como las tensiones geopolíticas, el cambio climático, la disrupción digital y el cambio en los comportamientos de los consumidores, y anima a las empresas a construir cadenas de suministro que puedan prosperar a pesar de ellas.

 El nearshoring está ganando impulso, especialmente en México y América Central, ya que las empresas buscan acortar los plazos de entrega y reducir la exposición a la volatilidad de Asia-Pacífico. Esta tendencia está respaldada por acuerdos comerciales regionales e inversiones en infraestructuras destinadas a fortalecer los corredores logísticos intra latinoamericanos.

También se están utilizando la modelización predictiva y los gemelos digitales para simular escenarios de riesgo, como la falla de un proveedor o la congestión portuaria, con el fin de guiar las decisiones estratégicas sobre el abastecimiento, la asignación de inventario y los modos de transporte.

En resumen, 2025 marca un punto de inflexión para la logística en Latinoamérica. Las cadenas de suministro de la región se están volviendo más inteligentes, adaptativas y resilientes, impulsadas por la tecnología, la visión estratégica y el compromiso con la sostenibilidad a largo plazo. Estos cambios no solo ayudan a las empresas a sobrevivir la temporada alta, sino que también les permiten liderarla.

A medida que América Latina se acerca a la temporada alta de 2025, los equipos de logística ya no operan en modo de supervivencia, sino que lideran con estrategia, tecnología y resiliencia. Las interrupciones de los últimos cinco años han servido de catalizador para la transformación, impulsando a las empresas a replantearse cómo planifican, operan y colaboran en toda la cadena de suministro.

Desde la planificación anticipada impulsada por la IA y el análisis predictivo, hasta asociaciones más sólidas con integradores logísticos y estrategias de abastecimiento diversificadas, el panorama de la logística en la región está evolucionando rápidamente.

Estos cambios no son solo respuestas a retos pasados, sino pasos proactivos hacia un ecosistema de cadena de suministro más ágil y preparado para el futuro.

Los equipos de logística de América Latina están demostrando que la resiliencia no solo consiste en recuperarse, sino en construir sistemas más inteligentes y adaptativos que prosperen bajo presión. A medida que se desarrolla la temporada alta, las empresas que han adoptado estas lecciones están posicionadas no solo para satisfacer la demanda, sino también para convertir la complejidad en ventaja competitiva.

El camino por delante seguirá trayendo incertidumbre, pero con las herramientas, las alianzas y la mentalidad adecuadas, el sector de la logística de Latinoamérica está más preparado que nunca para afrontarla.

Fuente: Revista Marítima