Una naviera china ha inaugurado la primera ruta marítima regular entre China y Europa a través del Ártico, con lo que ha marcado un hito en el transporte internacional. El trayecto evita los canales de Suez y Panamá, navegando por el estrecho de Bering y las costas del norte de Rusia, lo que permite reducir el tiempo de envío de 30 a 18 días, casi a la mitad.
El buque Istanbul Bridge, de la compañía Haijie Shipping, realizó el primer viaje en septiembre desde Ningbo-Zhoushan (China) hacia Gdansk (Polonia), con escala en Shanghái, Felixstowe, Róterdam y Hamburgo. Por ahora, el servicio será estacional, a la espera de ampliar su operatividad a invierno y primavera mediante portacontenedores adaptados al hielo.
La nueva -Ruta de la Seda Polar- forma parte de la estrategia china para expandir su influencia comercial y geopolítica, ofreciendo una vía más rápida y segura que otras rutas expuestas a conflictos o piratería.
El cambio climático y el deshielo del Ártico han hecho posible este tipo de navegación: el hielo marino se reduce un 12% por década, y la región ya es transitable unos diez meses al año. Sin embargo, esta apertura también plantea riesgos ambientales y climáticos, ya que el deshielo altera las corrientes oceánicas que regulan el clima global.
Otras potencias, como Estados Unidos, Rusia, Corea del Sur y Dinamarca, también compiten por el control del Ártico, una región estratégica rica en recursos y rutas emergentes, lo que anticipa una nueva etapa de disputa económica y geopolítica por el "norte del norte".
Fuente: 20minutos.es - FreshPlaza.es