La International Chamber of Commerce (ICC) es una organización global del sector privado conformada por empresas, cámaras, organizaciones, hombres de negocios, expertos, incluidos en la -world business organization-. Hay 45 millones de empresas en más de 170 países que forman esta red de autoasistencia, desarrollo de iniciativas, provisión de servicios y solución de problemas.

Durante tres días nos hemos reunido en Buenos Aires (en la sede de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, entidad que hospeda a la ICC en Argentina) quienes formamos -ICC Américas-: 17 comités nacionales de otros tantos países de todo el continente, abordando los principales asuntos de interés para el sector privado continental.

La tarea abordó diversos planos. Entre ellos, el trabajo en ciertas materias para la agilización del comercio internacional, como la digitalización de los instrumentos de los negocios, la promoción del carnet ATA que activa las importaciones temporarias, la difusión de los Incoterms, que la propia ICC genera como normas del comercio exterior mundial surgidas del propio sector privado. También, el lanzamiento de iniciativas para interconectar empresas a través de las nuevas plataformas digitales (como la alianza entre ICC y el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- para el desarrollo de un espacio digital común de Connectamericas.

La presentación de la iniciativa lanzada desde Argentina llamada -PyMes al mundo- y la consolidación de la red mundial de centros de promoción del emprendedurismo estuvieron en la agenda, como también el desarrollo de iniciativas para mejores prácticas (como el -AntiCorrupction & Compliance Project-, el AgriFood Hub para la interacción de la agroproducción y la asistencia técnica que se provee a nivel mundial a través de ICC Academy)

No hay que olvidar que desde ICC también existen herramientas que facilitan desde el propio sector privado la solución de controversias (como el arbitraje internacional, para lo que se cuenta con la Corte Internacional de Arbitraje en la sede central de ICC en Paris).

El tratamiento de todos estos temas se completó con visitas empresariales y diálogo con importantes especialistas argentinos.

El mundo se encuentra en medio de profundos cambios. Uno de ellos consiste en que los negocios internacionales ya no se celebran entre empresas individuales que compiten solas -contra todos- sino que -ahora- la alta exigencia en la generación de valor económico requiere la creación de redes, ecosistemas, arquitecturas vinculares de complementación. Y, para ello, la existencia de un espacio común no gubernamental cobra mayor relevancia ante las nuevas necesidades surgidas de los cambios tecnológicos, los modernos modelos organizacionales, los nuevos atributos competitivos requeridos para empresas y personas, los más elevados estándares de calidad y operación que emergen en la economía mundial y la creciente incidencia de la geopolítica en los negocios.

Nuestro continente (representado en estos tres días en las jornadas en Buenos aires) tiene por delante varios desafíos: uniformar la integración (hoy sometida a distintas organizaciones no alienadas entre sí), profundizar la integración a través de la infraestructura, desarrollar más empresas mundiales que generen liderazgos en cadenas internacionales de valor y calificar la oferta (especialmente en sus commodities).

Pero, también, existe otra agenda de requisitos para empresas y personas: calificar la oferta; acoplarse tecnológicamente con los líderes mundiales; desarrollar dinamismo en la innovación productiva; crear reputación, prestigio y legitimidad en sus empresas y conformar redes integradas internacionales de valor para profundizar alianzas entre grames, medianas y pequeñas empresas competitivas.

La agenda que impulsamos desde ICC en Buenos Aires surge de la visión de que un mundo de negocios nuevo requiere la conformación de espacios comunitarios-privados que ocupen los lugares apropiados para acompañar la incesante y desafiante evolución.

Fuente: Marcelo Elizondo – La Nación