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29/11/2022

-EL CULTIVO DEL PISTACHO EN ESPAÑA HA PASADO A SER UN NEGOCIO PARA LOS FONDOS DE INVERSIÓN-

La producción de pistacho ha experimentado un enorme auge en España en los últimos años, en los que la superficie ha superado las 60.000 hectáreas multiplicándose por 14 en solo la última década.




 

-Sin embargo, la producción por ahora no ha alcanzado su máximo potencial. El hecho de que las plantaciones sean jóvenes hará que en los próximos años se incremente muy rápido el volumen de cosecha a medida que las plantaciones vayan entrando en plena producción-, explica José Luis del Roj, de la Asociación de Productores de Pistacho y Comercializadores, APPISTACO. Los últimos datos del balance de la campaña 2021/22 publicados recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ponen cifra a este crecimiento: en la campaña pasada la producción española se situó en 16.725 toneladas, aumentando un 17% respecto a la temporada anterior, y un 71% respecto a la media de las últimas 5 campañas.

-El crecimiento en los últimos años ha sido exponencial, pero observamos que el cultivo del pistacho en España ha pasado de ser una actividad de agricultores a ser un negocio para los fondos de inversión, que están realizando plantaciones de grandes extensiones en tierras baldías; estamos hablando de fincas que pueden alcanzar las 600 y 700 hectáreas. No sabemos si la intención final de estos fondos será la producción en sí o si tendrán un fin más especulativo dada la situación económica de estos años atrás en los que los tipos de interés eran muy bajos, en una maniobra para dotar de valor patrimonial a activos que en sí no lo tenían con un cultivo que por ahora está teniendo una buena rentabilidad-, remarca José Luis.

De hecho, la rentabilidad es uno de los grandes atractivos que ha impulsado el auge de este cultivo. -En las primeras operaciones comerciales de esta nueva campaña vemos que el precio del producto convencional no solo no está cayendo, sino que se está incrementando debido a ciertos factores de carácter internacional. En Irán, el segundo mayor productor de pistachos del planeta, han tenido problemas y la cosecha ha descendido considerablemente y no están teniendo la misma capacidad de exportación que otros años y, por lo tanto, el precio se ha encarecido. En Estados Unidos, también han tenido una menor producción, por lo que el precio en España esta campaña está al alza siguiendo la tendencia del mercado internacional-.

-Sin embargo, a pesar de este contexto de menor oferta en el mercado internacional, se observa una tendencia de compra de producto a la baja a los agricultores por parte de las empresas procesadoras-, revela José Luis, lo que ha generado cierta indignación dentro del sector productivo. Ciertamente, el consumo es un factor de incertidumbre esta campaña en la que los datos compartidos por el MAPA informan de caídas significativas en cuanto a productos como frutas y hortalizas, aunque un dato positivo es que el consumo de frutos secos –y muy concretamente de pistachos– se ubicó la campaña pasada por encima de los valores prepandemia.

-No se sabe cómo va a evolucionar el consumo de pistacho, pero hay que tener en cuenta que este año se espera una reducción muy grande en la producción de otros frutos secos en España, como de almendra-, recuerda José Luis del Roj, que, según apuntan proyecciones del propio ministerio, habría descendido más de un 40%.

-La variedad más implantada en España sigue siendo Kerman-

El objetivo de la Asociación de Productores de Pistacho y Comercializadores es abarcar tanto los procesos de comercialización como los de la transformación del producto para valorizar el producto final, -para que los agricultores asociados a APPISTACO obtengan una mayor rentabilidad por sus cosechas-, indica José Luis. Y uno de los factores asociados a la rentabilidad podría ser la diferenciación varietal. En España la variedad más implantada sigue siendo Kerman, pero hay cada vez más agricultores que se decantan por diversificar su producción, señala José Luis, ya que, además de como snack, también hay que dar servicio a otras formas de aplicación en la industria alimentaria.

-Hay que tener en cuenta que cada variedad se adecúa a diferentes variedades climáticas. Kerman es la variedad que más horas frío necesita, unas 1.000-1.100 horas por debajo de 7 °C. En zonas adecuadas para el cultivo de Kerman hay agricultores que están plantando otras variedades, como Sirora o Larnaka, para diversificar, pero no se sabe si en algún momento esa apuesta podría llegar a ser perjudicial para el cultivo al encontrarse en zonas más frías y al tratarse de variedades más tempranas. En los próximos años observaremos, en función del cambio climático, si estas variedades son más productivas en estas zonas que en otras con condiciones climáticas más adecuadas a sus necesidades actuales-.

-Los compradores de pistacho para snacks buscan frutos con unas características determinadas de tamaño, sabor y forma redondeada, como la que tiene la variedad Kerman. Sirora, por ejemplo, es diferente, y no sabemos si, cuando haya una mayor cantidad de esa variedad en el mercado, empezarán a verse diferencias de precios inesperadas entre las variedades. La industria del pistacho es aún muy joven y, aunque todos los experimentos que se están haciendo persiguen encontrar una mayor rentabilidad, todo dependerá de cómo los acepte el mercado-, concluye José Luis.

Fuente: APPISTACO – Fresh Plaza