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31/03/2022

LA ARGENTINA, ENTRE LA INCERTIDUMBRE Y LAS POSIBILIDADES DE CRECER

El escenario bélico provocó un encarecimiento del petróleo, principal insumo de las embarcaciones, pero también generó un alza de las cotizaciones de los granos, primordiales para la generación de divisas de nuestro país; en ese marco, es indispensable realizar algunas correcciones de la política interna y externa, que busquen incentivar a la producción y el comercio




 

La invasión de Rusia a Ucrania generó un shock político y económico mundial con presente y futuro incierto. En consecuencia, las variables que hacen a los costos están en modo -recalculando diario-, donde se observa, en primer lugar, un incremento muy fuerte de bunkers, principal insumo consumido por los barcos.

Los boicots comerciales, como novedad, y la incertidumbre en general, están marcando bajas importantes en el volumen de carga estimado en muchos tráficos, donde aún no queda claro el alcance de las externalidades negativas de una guerra de magnitud, que tiene como protagonistas a dos grandes exportadores de energía y cereales.

El impacto futuro que tendrá la guerra en los fletes, por un lado, pero principalmente el ansiado final postergado de la pandemia, no está definido para el 2022. Hoy observamos cómo continúan importantes retrasos en los transit- time, pues no fueron suficientes la gran cantidad de barcos nuevos botados para corregir los dañados schedules de los servicios que sirven a los principales puertos del mundo, mayoritariamente en Asia y luego en Costa Oeste de USA.

En simultaneo a las muertes y bombas, la demanda mundial por espacio de bodega y equipos en la carga conteinerizada sigue reclamando lugar en los barcos, generando nuevos máximos en fletes que observamos en ASIA y USA, y seguidamente en todos los tráficos ajenos al conflicto, pues sus economías siguieron su marcha.

Todo indicaría que antes de que la oferta de bodega alcance la demanda, se adelante una baja en el nivel de actividad mundial fruto de la alta inflación y la incertidumbre generada por la guerra en las proyecciones de inversión. Pero, ¿quién se anima a decir cuándo? ¿O a ponderar los impactos resultantes, cuando leemos que China volvió a los lockdowns por nuevos rebrotes?

Crisis y crecimiento

Para la Argentina, como exportador de alimentos de todo tipo y reservas probadas de energía, en un escenario donde volaron los precios internacionales, se observan ciertas posibilidades de crecer, con barcos 100% completos de salida, a pesar de una coyuntura de fletes con valores altísimos y la necesidad de más bodegas.

Pero, seguimos exportando retenciones, impuestos e incertidumbre a nivel país, al no saber, por ejemplo si continuarán las expo de carne, tema que se estaba discutiendo en estos días. Por otro lado, una economía con innumerables desequilibrios, sin crédito, con cepo y fundamentalmente con trabas de todo tipo a las necesarias importaciones, que son al menos en un 80%, bienes de capital o insumos directamente relacionados a propiciar mayores exportaciones.

En lo que hace a los granos, a pesar de la sequía que afectó el volumen final exportado de la cosecha, siguen saliendo los barcos, promediando una excelente campaña. Pero a la hora de proyectar lo que viene, hay dificultades para acceder a fertilizantes, donde Rusia juega un rol clave como productor de los mismos. Acá también subieron los precios internacionales.

La Argentina necesita liberar el flujo de carga de entrada y salida en simultáneo. El comercio internacional argentino no puede estar atado a decisiones puntuales para equilibrar sus cuentas. Hay que dejar de entorpecerlo y proyectar certidumbre, habilitando a la carga de salida a maximizar su potencial, sin pretender que vengan barcos vacíos de entrada, donde lo que importa es el viaje completo, si se pretende proyectar disponibilidad de espacios y equipos con fletes más bajos o competitivos.

Debemos traducir este contexto en mejoras para nuestro pueblo. Para ello precisamos pronto de acciones o señales serias que inviten a la inversión para levantar nuestra economía, proyectando más trabajo para los argentinos, lo que ayudaría a combatir el desempleo y el histórico nivel de pobreza de nuestro país.

 

Fuente: Julio Delfino - Presidente del Centro de Navegación – La Nación