La mejora generalizada de los indicadores económicos que supuso el relajamiento de las medidas de aislamiento alrededor del mundo fue remplazada por una nueva etapa de la recuperación que se caracteriza por los resultados dispares a nivel regional.

Mientras que algunos países continúan recuperándose a buen ritmo, otros corren el riesgo de quedar rezagados (especialmente los de bajos ingresos) debido a que no consiguieron que la demanda iguale los niveles anteriores a la pandemia y presentan niveles de vacunación contra la COVID-19 insuficientes.

La aparición de presiones inflacionarias también despierta preocupación ya que se presenta como un fenómeno global en un contexto en el que los niveles de empleo todavía no están totalmente recuperados.

Asimismo, el informe señala que el aumento de los precios registra las mayores subas en energía y alimentos, lo que perjudica particularmente a los hogares de bajos ingresos.

El crecimiento del PIB mundial se proyecta en 4,5% para 2022 y 3,2% para 2023, una inflación mundial de 4,2% para 2022 luego de una estimación de 3,5% para 2021. El comercio mundial crecería 4,9% para 2022 y 4,5% para 2023. Estas proyecciones pueden verse mejoradas por una mayor tasa de vacunación, y reducidas si la pandemia crece en virulencia, lo que obligaría a nuevos cierres.

Fuente: Centro de Economía Internacional -  Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto