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30/11/2021

LA EVOLUCIÓN DEL PRECIO DEL TRANSPORTE MARÍTIMO DE MERCANCÍAS EN EL MUNDO

Los contenedores mueven el comercio mundial.




 

De bienes básicos como los alimentos a productos tecnológicos, regalos, ropa o piezas industriales, casi cualquier mercancía que tenga que atravesar grandes distancias para llegar a su destino se transporta por mar en estas estructuras metálicas huecas, que luego se suben a grandes camiones para seguir su ruta por carretera.

El sistema es tan complejo como indispensable: mientras que cerca del 90% del comercio mundial se realiza por mar, un 57% de los bienes que se comercializan en el mundo viajan de forma específica en este tipo de contenedores. El problema surge cuando no hay suficientes para cubrir la demanda de bienes y materias, tal y como lleva sucediendo durante los últimos meses desde que se comenzó a reactivar la economía tras la crisis provocada por el covid-19.

La falta de contenedores, junto con la tensión que se vive en la cadena de suministros y en otros mercados como el energético, ha provocado que el flete de un contenedor estándar de doce metros de largo, donde caben entre 21.000 y 26.000 kilos de carga, sea hoy seis veces más caro que a finales de 2019, cuando todavía no se había declarado la pandemia por coronavirus.

En aquellas fechas, el precio internacional de cada contenedor de carga apenas rondaba los 1.350 dólares, según el índice mundial de contenedores de la consultora británica Drewry. Ahora, en noviembre de 2021, los costes superan los 9.000 dólares, tras haber alcanzado un pico de más de 10.000 en septiembre de este mismo año.

Las cifras de otros indicadores sobre el precio del transporte marítimo en el mundo, como el Freightos Baltic Index (FBX), apuntan en una dirección muy similar. El coste del flete de contenedores en algunas de las rutas marítimas más importantes a nivel global, como la que une China y la costa noreste de Estados Unidos, llegó a alcanzar los 20.000 dólares en septiembre de 2021. En la que conecta el este de Asia con el norte de Europa, por su parte, se rondaron los 15.000.

En esta situación, la mayoría de puertos del mundo, donde se han registrado grandes atascos durante semanas, están sufriendo importantes retrasos, a su vez agravados por la falta de camioneros y trabajadores portuarios. Pese a esto, los últimos días parecen haber dado una ligera tregua al precio del transporte marítimo en el mundo, con bajadas, aunque discretas, en algunas de las rutas e índices más conocidos. Por ejemplo, el Baltic Dry Index, que mide el precio del transporte en seco de ciertos cereales en grano, ha caído cerca de un 52% en las últimas semanas.

Lo más probable, en cualquier caso, es que los efectos de la crisis del transporte sobre la inflación y el precio de alimentos y otros productos sigan siendo perceptibles durante los próximos meses. Según las proyecciones que recoge un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), el actual precio de flete puede suponer un aumento global de los precios al consumo del 1,5% para el año 2023, alcanzando el 7,5% en pequeños estados insulares en desarrollo.

De la misma forma, no todo el mundo se está viendo igual de afectado por el enorme cuello de botella que se ha generado en las cadenas de suministro y el comercio internacional: mientras que la población nota la subida del precio de los alimentos  y sufre la incertidumbre respecto de la situación del mercado energético o el comercio –apenas la mitad de los contenedores llegaron a tiempo en noviembre de 2021–, las grandes empresas del sector naviero están registrando ganancias récord.

 

Fuente: EOM -  elordenmundial.com